Sin suerte para definir una enorme cantidad de opciones de gol, Junior cayó derrotado 2-1 ante el Deportes Tolima, este miércoles en el duelo de ida de la Superliga, en el estadio Metropolitano, donde la puntería falló en los de casa y Marco Pérez fue el más letal de la cancha para la visita. 

Ante una tibi presencia de público, Junior empezó su camino en este 2019. El más reciente campeón colombiano tenía que medirse nada menos y nada más que ante el Deportes Tolima, en un choque que prometió emociones desde el primer minuto y que en poco tiempo comenzó a pagar a los aficionados sus expectativas. 

La principal duda de los hinchas era saber cúal sería la propuesta de Luis Fernando Suárez en el equipo, para este nuevo año. De otro lado, los ojos estaban clavados en Freddy Hinestroza, refuerzo del equipo, del cual se esperaba ver si podría llenar el hueco dejado en la formación titular por Yony González. 

En sí, Junior no cambió mucho del libre del año anterior. Un equipo con posesión del balón y tratando de explotar siempre las bandas con laterales completamen punzantes. Además, con algunos ingredientes por momentos de juego más directo. A veces con mayor determinación de patear al arco. 

Esto quedó claro a los 5 minutos, cuando Víctor Danilo Cantillo no lo pensó mucho para generar la primera de peligro del partido con un violento tiro de media distancia que salvó el guardameta Álvaro Montero al tiro desde la esquina.

De otro lado, Tolima parecía resguardado, tratando de conceder las menores ventajas posibles.  Más bien, a la expectativa de cualquier error en el fondo de Junior para pasar cuenta de cobro a toda velocidad. 

Sin embargo, el estilo de toque de primera de Junior fue todo lo que se necesitaba para romper las líneas visitantes y marcar el 1-0. Así, con cuatro toques de primera, iniciados por Cantillo para Teófilo Gutiérrez, luego para

Luis Carlos Ruiz quien la sirvió de cabeza a Luis Díaz, que finalizó la jugada con una gran definición, en apenas 9 minutos.

El gol fue un suspiro de celebración y alivio para los hinchas. El principal concepto del equipo se mantenía completamente a salvo. El juego preciosista seguía siendo la bandera y parecía que la ofensiva aún estaba tan clara como al final del torneo anterior. 

Sin embargo, los pestañeos en la defensa no se hicieron esperar. A los 14 de partido, el goleador tolimense Marco Pérez entró por el medio y de cabeza empató las acciones  tras centro providencial de de Juan Arboleda y colocó el 1-1 en el tanteador. 

Junior siguió insistiendo por hacer la diferencia en el partido. Luis Díaz, con su habilidad, y Fredy Hinestroza con su potencia buscaban vulnerar el arco de montero, bajo la batuta de Teófilo Gutiérrez como el organizador del equipo, siempre en sintonía de los movimientos de sus compañeros.  

Pese a ello, al equipo de casa le costó encontrar la puntada final para poder mandar la pelota al fondo y en una final, como la Superliga, estos detalles son los que marcan la diferencia.  

De otro lado, Tolima tuvo en un momento bendecido a Marco Pérez, al que le bastó que el defensa central Jefferson Gómez no lo apretara lo suficiente en el borde del área, para sacar un derechazo que se fue al fondo de las redes al minuto 43, para poner ganador 2-1 a la visita, justo antes del descanso. 

Con el golpe del marcador en contra, los rojiblancos se fueron al descanso. Primera prueba para el manejo en el camerino de Luis Fernando Suárez, quien tenía 15 minutos para potenciar la labor de sus dirigidos en la primera mitad. 

Junior salió insistente a marcar los goles que lo pusieran, al menos, con una ventaja mínima en el marcador. Pronto, los toques de primera intención y la presión alta comenzaron abrir huecos en la defensa del Deportes Tolima que se defendía como podía de los embates barranquilleros. 

A los 57 minutos, luego de una triple pared de Cantillo, con Teófilo y Díaz, terminó en un mano a mano del volante contra al arquero, que no logra resolver mandando la pelota por cima del travesaño, desperdiciando una gran oportunidad para anotar.

A medida que fueron avanzando los minutos, Suárez decidió variar las posibilidades. Por eso mandó al campo a Michael Rangel para tratar de ganar definición, en lugar de Luis Carlos Ruiz, de aceptable partido.  

Así, apenas ingresó, el atacante santandereano tuvo su primera clara oportunidad. A los 64 minutos Gómez se robó la línea de fondo para mandar un pase al interior del área, donde Rangel debajo del arco la terminó mandando por fuera, en medio de lamento de la hinchada. 

Junior insistió a fondo al final, a pesar del problema que significó la lesión de Marlon Piedrahíta que obligó al ingreso de Daniel Moreno. Incluso, en el minuto 90, Luis Díaz estuvo a punto de lograr la igualdad en un mano a mano que mandó la pelota por el costado del arco. 

Ahora, para empezar el año, Junior deberá remontar de visitante, este domingo, cuando juegue el partido de vuelta de la Superliga en el Manuel Murillo Toro, de Ibagué, a las 4:00 de la tarde. Pero lo principal será encontrar eso que le perdió en Barranquilla: el gol.